jueves, 17 de mayo de 2012

Curiosidades: Lamborghini, una marca muy torera.


La historia que envuelve a la marca de los super deportivos es, cuanto menos, curiosa. Su creador, Ferrucio Lamborghini, nació en Italia en 1916 y durante buena parte de su vida se dedicó a la fabricación de tractores y máquinas de aire acondicionado. Debido a su éxito profesional, cosechó una gran fortuna y, al ser amante de los automóviles deportivos, albergaba en su cochera varios modelos con esas características, entre todos ellos, un Ferrari.

Un buen día visitó a Enzo Ferrari, padre de los flamantes coches que llevan su apellido, para comunicarle su descontento con las constantes averías de sus vehículos. A éste no le hizo demasiada gracia por lo que insultó a Ferruccio cuestionando sus palabras ya que argumentaba que un fabricante de tractores no podía criticar su empresa.

Ofendido por aquellas palabras, decidió crear un coche con un claro objetivo, ser mejor que los Ferrari. Con estas pretensiones fundó la empresa y comenzó la creación del primer Lamborghini con ayuda de dos ex-ingenieros de la marca del “cavallino”. En 1964, bajo este contexto, emergió el Lamboghini 350 GT.

Ferrucio, un enamorado de la tauromaquia, y siendo su signo del zodiaco Tauro, decidió colocar esa imagen emblemática del toro en el logo de la marca. Pero su afición no se quedó ahí, muchos de sus modelos guardan un guiño hacia este mundo de arte y bravura español. El nombre del Lamborghini Miura conmemora al criador de toros Eduardo Miura y el del Lamborghini Islero lleva el mismo nombre que el toro que mató al célebre torero Manolete aquella tarde de 1947.
Los posteriores propietarios de la marca no rompieron con la tradición al seguir bautizando sus modelos con denominaciones de toros como Murciélago, Diablo o Gallardo, éste último apelativo de una casta de toros de la ganadería Miura.

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