El momento que muchos deseaban ha llegado. Las primeras imágenes de la nueva generación del compacto por excelencia están aquí. La marca alemana se orgullece en presentar la actualizada imagen del “mimado” de la gama, y no es para menos: es uno de los automóviles más vendidos de la historia con más de 24 millones de fabricaciones desde que se creó, en 1974. Esto se traduce en mucha rentabilidad para la marca y un seguro de vida para las arcas de la empresa.
Pero no quiero desviarme, la nueva imagen del Volkswagen Golf VII cobra toda la atención. El diseño apuesta por
la continuidad y sigue la línea de
los nuevos modelos de la marca: parece un Polo de mayor talla. La estética
cobra una visión más angulosa abandonando
los ópticos redondeados y adquiriendo más personalidad. La parrilla gana
agresividad, algo en mi opinión siempre acertado para este segmento en donde existe
un amplio público joven. La zaga sigue la misma tónica con unos pilotos más
rasgados que la anterior versión.
Destaca su similitud
con el nuevo Seat León –sobre todo en su parte trasera-.
La idea que se difuminaba en mi cabeza sobre un posible cambio
radical en su diseño no ha causado en mi decepción al ver el resultado final. Pero si incertidumbre sobre
las posibilidades que pueda tener al enfrentarse cara a cara con el esperado
Mercedes Clase A, que si apuesta por la renovación del mercado dando un golpe
de autoridad: aún, todo está por ver.
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