Para empezar por fin conocemos algo más de su estética: para mí imprescindible. La
belleza no está en el interior pero si hablamos de coches, y más de los diseños
de los de Maranello, podemos quedar fácilmente extasiados tan solo con echarles
un vistazo.
La primera imagen muestra una zaga imponente que recuerda a un fórmula 1: bajo las sombras
podemos apreciar una línea extrema
adornada por los pilotos circulares que, al igual que el F12 Berlinetta, van
unidos por una luz horizontal. Aunque sea imposible percibirlo, es seguro que
monte un alerón retráctil.
Pero una zaga poderosa, no es nada sin un frontal con ganas
de hacer latir tu corazón: en el equilibrio está la virtud. La segunda imagen
nos hace imaginar una parte delantera
agresiva, como acostumbra la marca italiana. Líneas marcadas, pasos de
rueda amplios y grandes tomas de aires, de nuevo haciendo un guiño a la estampa
de los monoplazas.
Y es que hay mucho de admiración en esta nueva creación. Para
empezar, será el Ferrari más potente de la historia empujado por un
sistema de propulsión híbrido. Al motor V12 de 6.2 litros –se espera esta cilindrada-
se le ha acoplado un KERS que añade una potencia extra de 120 caballos de
potencia. En total, “el juguetito” contará
con unos 900 CV, casi nada.
Para optimizar la relación peso/potencia la fibra de carbono
ocupa un lugar importante en el vehículo: el objetivo es clavar la báscula en menos de 1400 kg.
¿Ya has empezado a comerte las uñas? Pues tendrás que
esperar hasta el Salón de Ginebra para saciar el deseo de verlo. Nosotros, como
siempre, tendremos los ojos muy abiertos.
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