Ayer se clausuraron los Juegos Olímpicos de Londres 2012, el certamen del deporte por excelencia que cada cuatro años une al mundo gracias a la práctica de éste.
George Michael o el regreso de las Spice Girls dieron luz a
la noche. Un repaso a la historia de Gran Bretaña nos metía de lleno en su
cultura, y en ella, no podía faltar la
firma inglesa de lujo: Rolls-Royce.
A bordo de tres flamantes Rolls-Royce Phantom Drophead Coupé
aparecieron los conocidos artistas británicos Jessie J, Taio Cruz y Tinie
Tempah. Como si el mismísimo cielo se abriese, la capota de éstos desapareció
para que los cantantes comenzaran a interpretar la canción que en ese momento
se escuchaba.
Lógicamente, no eran conducidos por ellos. Los conductores
eran trabajadores de la misma empresa que nos alegraron la vista a todo amante
del mundo de los automóviles. Recordemos que este modelo en concreto es el
denominado Serie II que monta un propulsor gigantesco. La mecánica del motor V12
cuenta con 6.7 litros de cilindrada y 460 CV de potencia, casi nada. Además de
esto, el Phantom es capaz de conseguir un empuje brutal, 720 Nm a 3.500 rpm.
La marca de las dos R, pese a pertenecer al grupo alemán
BMW, sigue siendo imagen de la serenidad y el lujo británico.
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